Como cada año, el calor llega de golpe para sorprendernos a los que no nos hemos preparado previamente. Nuestro aire acondicionado es uno de los mejores aliados para combatir las altas temperaturas, pero seguramente haya acumulado suciedad durante el tiempo que ha estado parado, afectando a su eficacia. Por eso, en este artículo te explicaremos cómo debes realizar la limpieza de tu aire acondicionado paso a paso.

La importancia de mantener limpio el aire acondicionado

La limpieza del aire acondicionado es fundamental para asegurar su correcto funcionamiento e incluso, evitar problemas de salud. Los motivos para mantener limpio este dispositivo son:

Eficiencia energética

La acumulación de suciedad obstruye algunas de las partes del sistema, obligándole a trabajar con mayor intensidad y consumiendo más energía para mantener la temperatura que se desea. La limpieza de nuestro aire acondicionado no solo es positivo para el medio ambiente, también nos permite ahorrar en las facturas de luz.

Mejor calidad del aire

Los filtros del dispositivo se encargan de atrapar partículas de polvo, ácaros, polen y bacterias. Por eso, limpiarlos regularmente asegura que eliminemos estos contaminantes y disfrutemos de un aire más limpio y sano. Es muy recomendable si, además, padecemos de asma, alergias o problemas respiratorios.

Alarga la vida útil del equipo

La presencia de suciedad acumulada puede llevar, fácilmente, a fallos en los componentes y a reducir la vida útil de nuestro aire acondicionado. Limpiar nuestro equipo de forma recurrente nos permitirá evitar reparaciones y extender el tiempo de uso del dispositivo.

¿Cómo limpiar la parte interior de nuestro aire acondicionado?

Previamente, hay que recalcar la importancia de limpiar cuidadosamente nuestro aire acondicionado, para evitar fallos o romper alguna pieza del equipo. Tras esto, el proceso de limpieza de la parte interior se debe realizar de la siguiente forma:

  • Retirar la rejilla y los filtros: La mayoría de dispositivos de aire acondicionado cuentan con una rejilla frontal, la cual puedes retirar para quitar los filtros de aire de detrás.
  • Limpiar los filtros: Para ello puedes utilizar un cepillo de dientes o una aspiradora para quitar el polvo. Si hay mucha suciedad en los filtros, puedes lavarlos con agua y detergente. Colócalos de nuevo cuando estén totalmente secos.
  • Reemplazar el filtro de aire: Es posible que, tras un uso prolongado, sea necesario substituir el filtro. Si tienes dudas, es recomendable consultar con un profesional que te ayude.
  • Montar el equipo de nuevo: Una vez todas las partes retiradas estén limpias y secas, podemos volver a colocarlas en su sitio.

Limpieza de la parte exterior

Esta parte puede ser arriesgada, ya que muchos equipos están colgados en las fachadas. Si tu unidad exterior está colgada, es mejor llamar al servicio técnico para que se encargue de ello. Si puedes limpiar tu equipo exterior, te presentamos los pasos que debes seguir.

  • Inspeccionar visualmente: Busca si hay algún tipo de daño o desgaste que requiera de ayuda profesional.
  • Limpiar el exterior: Con un cepillo o un paño retira el polvo y demás residuos del exterior. De esta manera, se previene la obstrucción de las rejillas de ventilación.
  • Montar las carcasas: Comprueba que todo esté limpio y vuelve a colocar las carcasas, si las has retirado para limpiar. Asegúrate que todo está seco y espera 24 horas antes de conectar de nuevo el equipo.

Frecuencia de limpieza del aire acondicionado

La frecuencia de limpieza depende de diversos factores, como el uso del equipo o el entorno. Para los equipos en hogares, se recomienda realizar una revisión y limpiar al menos una vez al año. En los dispositivos que se encuentran en oficinas, se aconseja aumentar la frecuencia de limpieza y hacerla cada tres a seis meses.

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